Restaurante El Inti de oro, calle amor de dios 9, Madrid

2ª Temporada, 5ª Cita, El Inti de oro
http://www.intideoro.com
 

Hola Zampones la crítica y la opinión va a cargo del anfitrión, en esta ocasión Sergio....

NUESTRA EXPERIENCIA INCA

"Si por algo se caracteriza este club gastronómico, es por su incansable curiosidad culinaria.
Siempre abiertos a nuevos sabores y experiencias, nos introdujimos en una cocina poco conocida, la peruana. El lugar escogido para la prueba, El Inti de Oro de la Calle Amor de Dios.
Allí nos fuimos una soleada mañana de sábado tras este largo invierno. Al llegar nos encontramos con un local amplio, decorado con motivos incas y como no, con el icono de esta civilización: Machu Pichu.



Tomamos asiento, las mesas correctamente presentadas y un trato aceptable. Al poco, unas cervezas cuzqueñas, seguramente muy suaves para nuestra costumbre. Y por fin arrancamos, no sin cierto titubeo ante lo que se nos presentaba en la carta.
Platos muy distintos a lo que estamos acostumbrados y que nos evocaban imágenes del país andino. Nos decidimos por surtirnos de una cierta variedad de entrantes; ceviche de calmares, ceviche de merluza, tamales y yuca frita. A juicio del que escribe, el tamal, torta de harina rellena de gallina es más que recomendable, si bien los compañeros de mesa parecieron decantarse por los ceviches, quizás de sabor algo más fuerte por elaborarse con limón y cilantro en contraposición de la suavidad del primero.

En cuanto a la yuca, pareció pasar más desapercibida por el protagonismo de los anteriores platos. Junto con los entrantes, un "pisco", bebida alcohólica extraída a partir de la uva. Se toma para abrir apetito, lo cual, aunque a ninguno de los comensales nos hace falta, fue pedido para comprobar tales efectos. Servido en vaso de chupito, presenta un sabor muy dulce, imprescindible si se quiere uno introducir en la cocina peruana, eso sí, para que nadie se lleve sorpresas, la bebida asciende a 3,50 euros.


Y ya estamos con los segundos. Aunque hay posibilidad de seleccionar carnes y pescados, en esta ocasión, y tal vez por efecto del pisco, nos decidimos por atacar a las distintas carnes: aji de gallina, seco de cordero, pollo a la norteña. Recomendable este último. Son todos ellos platos sencillos pero muy contundentes.





Ya saciados, y con la generosidad que nos caracteriza, realizamos la selección de postres: suspiro de limeña (dulce de leche), alfajor, y pié de limón. El suspiro nos resultó ligeramente empalagoso y el alfajor nos dejó algo fríos por ser, a nuestro modo de ver, algo adusto. Muy al contrario que el pié de limón, sin duda, la mejor elección en cuanto a postres.
No podíamos finalizar este artículo sin mencionar el fin de fiesta. A los cafés, se ameniza la velada con una actuación en directo con canciones de origen peruano. El artista se ganó rápidamente nuestra simpatía. Al hilo de sus canciones, abandonamos el restaurante con ganas de comenzar una nueva aventura gastronómica."


Bon apetit.